En otra entrada profundizaba sobre los efectos positivos de la música en nuestro desarrollo intelectual, o inteligencia. Ahora he encontrado este curioso enlace que nos recuerda que somos musicales desde nacer.
Cuando te apuntaste al conservatorio ya llevabas años "musicando": tus padres te canturreaban cuando creían que te hablaban, lo mismo hacen muchos con sus perros, y creen que les comprenden...