Duodécimo salón concierto - impresiones

Creíamos que nos habíamos despedido y a toda prisa convocamos una edición especial para nuestros compañeros candidatos a la prueba de acceso al conservatorio profesional. Y luego pasaron cosas curiosas...

Con esta hora temprana fuimos llegando rápido y varios teníamos más compromisos.

Comenzó nuestra última adhesión, Lidia Miguel Carbajo candidata a fagot nos deleitó con sus juguetonas melodías de bajos y repitió su repertorio: "Bassonery" de Edward S. Solomon, "Arioso y Humoreske" de Julius Weissenborn y "Virelai" de Pierre Max Dubois.

Continuó Susa al piano. Fue un gran placer después del bloqueo que sufrió la última vez verla sentarse radiante y alegre y tocar su preciosos repertorio tan bien: Polka de Glinka, Andantino de Khachaturian y Estudio 3 de Heller. Nos reímos bastante con la pronunciación "Acacia del Turia" en lugar de Jachaturian (¡esa Oksana!) que deberíamos escribir si no se impusiera la transcripción franco británica de las editoriales. Muy acertada la reducción de velocidad, no

En este clima de desenfado que es el que impera en las reuniones de amigos invitamos a Lydia a "pasear al perro" y casi se podría decir que su piano andaba olisqueando florecitas. Un repertorio muy bonito, y también complicado, con invención 4 de Bach, movimientos 1 y 3 de la sonatina 16 de Mozart y Vals en La m de Chopin. Un trabajo impresionante... con más calma no te atascarás.

Quedamos convencidos de que estas tres chicas tienen que superar su prueba porque hemos visto unas interpretaciones más que satisfactorias. Siempre habrá flequitos... a ver si todas quieren el 10... pero el nivel es alto.

Luego vino F Javier Morán Becares, alumno de guitarra de primero de elemental que nos emocionó relatando su acercamiento a la guitarra hacía 20 años y accediendo al reto de Gonzalo de tocar en público. Cosa que de novatos no nos tensa, nos da pavor. Y sin embargo nos dejó de piedra, aunque tenga detalles técnicos que superar viene con un nivel mucho más superior a un primero. Tocó una adaptación de la canción "torna a Sorrento" por E.Curtis que publicó su primer maestro y vecino Venancio Velasco a quién quiso rendir homenaje.  Y luego, una adaptación de Oscar Núñez sobre "una furtiva lagrima" de G Donizetti bastante bien amenizada.

Pasadas las pruebas de fuego la sesión dio un giro. Yo hice le payaso con canciones medievales (no, juro que no canté nada ni desefiné, no tiene que ve con este cambio del tiempo ni que guardéis las camistas de tirantes :-x). Invité a Gonzalo a tocar una adaptación de "Donde son estas serranas" el a lectura de la transcripción a piano y con cuatro bemoles y yo con el facsímil del original para vihuela de Anriquez de Valderrábano, corregidor de Salamanca que lo imprimió en su casa palacio. Lo de ponerme a cantarla y además extender los versos que Joaquín Díaz compila. Fue demasiada osadía por mi poco ensayo a la voz y porque mi transcripción requería cuatro sostenidos..., pero creo que algo ilustré de lo bonita que es la canción y nos reímos todos.

Pasado el sofoco, reté a María que pretendía venir sólo de oyente y le hice cantar "ay luna que reluces", anónimo del cancionero de Uppsala. Aunque la conozcamos de nuestro coro Aures Cantibus, fue una improvisación muy grande, pero divertida.

Yo tuve que marchar... pero hay pruebas... Gonzalo tenía pendiente de grabarle a Pablo la Milonga de Jorge Cardoso y ahí les dejó esa gozada. Yo me pregunto muchas veces porque en España se selecciona a músicos para los conservatorios y no entra en el programa que tengan una carrera de actuaciones. ¿Eiiiin?

Tras varias citas sin poder venir, porque anda con su máster en Salamanca, Vicente Urones tuvo el detalle de visitarnos y tras un no, no, saltó a su carpeta a sacar su partitura de Chopin y dejar a la concurrencia pasmada. Alguno ya conocíamos el estupendo talento de este chaval. ¡Qué país, tal vocación y tan difícil salida! ¿Dónde están estas administraciones que deberían estar promoviendo la actividad musical? Andamos peleando por unas instalaciones en condiciones para nuestro conservatorio, pero lo más importante es cultivar la salida profesional para los músicos. ¡Qué talentos y cuántas trabas! Pero estos chicos acabarán encontrando su sitio.